CIUDADANÍA Y EXTRANJERÍA EN LA SOCIEDAD GLOBAL
Antonio Campillo
Todos los humanos estamos emparentados unos con otros
Nuestros primeros antepasados no eran blancos, ni amarillos,
ni cobrizos, sino que tenían la piel tan oscura como los negros actuales.
Ningún pueblo de la Tierra es realmente autóctono, puesto
que todos somos hijos lejanos de los primeros emigrantes africanos.
La especie humana ha sido desde su origen una especie
migratoria. En realidad, es la más migratoria de todas las especies vivientes,
puesto que ha demostrado una extraordinaria capacidad para desplazarse y
adaptarse a los ecosistemas más diversos.
Si no nos hubiéramos desplazado de un lado para otro, no
habríamos podido extendernos poro el mundo, ni domesticar a los animales, ni
diversificar nuestras formas de vida, ni intercambiar bienes y experiencias, ni
crear una civilizaciones cada vez extensas, complejas e interdependientes.
A medida que se fueron poblando todas las regiones del
planeta se fueron acentuando diferencias físicas y culturales entre los
pueblos, la posibilidad de migrar libremente comenzó a hacerse más difícil.
Las migraciones conllevan al encuentro entre diferentes
pueblos.
Hace 5.300 años, surgieron los primeros Estados-ciudad en
las tierras aluviales de Mesopotomia.
La tercera gran etapa en la historia de las migraciones
humanas es la que tiene lugar a partir del siglo XVI. Fue inseparable de la
gran expansión mundial de Europa occidental, que dio lugar a la moderna
sociedad capitalista.
La población que más se ha extendido a lo largo del planeta
es la población europea.
En los años 70 y 80, que comienzan con la crisis del
petróleo en 1973 y terminan con la caída del muro de Berlín en 1989.
La cuarta gran ola migratoria de la historia de la humanidad,
se ha iniciado en las tres últimas décadas, es inseparable de los diversos
procesos económicos, políticos y culturales que están dando origen a la
sociedad global.
La especie humana ha sido desde su origen una especie
migratoria y las grandes etapas de la historia de la humanidad están
inseparablemente ligadas a otras tantas etapas en la historia de las
migraciones humanas, que han contribuido tanto a la diversificación como al
mestizaje parental y cultural entre los distintos grupos humanos.
La inmigración se ha convertido en un reto democrático para
España y, en general, para las democracias occidentales.
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